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EL TELEVISOR HA MUERTO, VIVA LA TELEVISIÓN

Autor: Rafael Rodriguez. Categoría: Artículo – Sociología – Medios.

La televisión como fenómeno y agente social ha sido una institución central, un agente socializador básico desde su nacimiento hasta el día de hoy. La televisión, como cualquier otro medio de comunicación de masas, ha ayudado a visibilizar y a representar (incluso podríamos decir que a legitimar) muchos de los códigos de conducta, pautas, valores sociales, modelos de convivencia, sobre los que se ha basado la construcción política, ideológica y moral de las sociedades contemporáneas, no es casualidad que a los medios de comunicación se les haya caracterizado como el cuarto poder, un poder que si bien tradicionalmente se ha vinculado con el poder político, pareciera superarlo y acercarse más, al menos en opinión del que escribe, a un cuarto poder social dada su permeabilidad a las esferas privadas, a los ámbitos éticos y morales más generales.

Este fenómeno televisivo, como muchos otros, ha tenido durante la segunda mitad del siglo XX un componente marcadamente nacional, en cierto paralelismo con lo que ocurría con el conjunto de las estructuras sociales (tales como los ámbitos culturales, industriales y productivos e incluso políticos, institucionales y económicos), convirtiéndose en un agente referencial para el seguimiento de las realidades sociales próximas y compartidas. En el caso de España, la televisión ha sido reflejo (y en algunos casos incluso agente implicado) de estos cambios en una gran diversidad de contextos (políticos, ideológicos y culturales), reflejando, por ejemplo, el paso de un modelo político y social dictatorial, marcado por modelos de representación tradicionales y patriarcales, a un modelo social posterior más democrático, más diverso en las formas y abierto a una mayor diversidad de modelos y estilos interpersonales, de modelos de convivencia, de pautas actitudinales, de estilos, incluso, expresivos.

Mucho se ha escrito (o al menos hablado) de cómo programas tan diversos como la Bola de Cristal, La Clave, Un Día es Un Día, Farmacia de Guardia y Médico de Familia, Al Salir de Clase, 7 Vidas, Gran Hermano, Crónicas Marcianas,… por señalar algunos, se convirtieron en hitos, en reflejo, en su momento, de una sociedad en cambio, de una sociedad que se reconocía, pero también, que se expresaba y se mostraba a sí misma de una manera diferente a como se había venido mostrando en el pasado: cambiando su manera de hablar, los temas de reflexión, los límites del pudor, de lo permitido, los modelos familiares y de convivencia, las pautas y las normas sexuales legitimadas socialmente, los cambios generacionales, los límites entre el espacio de lo público y lo privado, de lo visible y lo invisible.

Ahora bien, siendo conscientes de lo que la televisión ha sido en el pasado, ¿qué lugar, qué espacio de actuación está teniendo y parece poder tener la televisión en el contexto social actual y futuro?, ¿realmente lo que anunciaba Yomvi en el año 2013 “LA TELEVISIÓN HA MUERTO, VIVA LA TELEVISIÓN” puede verse, pasados tres años, como un buen pronóstico de la situación actual?

Desde luego, si nos fijamos en los datos de audiencias y frente a las predicciones más catastrofistas de algunos, la televisión no sólo no ha perdido vida, sino que en los últimos años ha llegado a sus cuotas de audiencia y número medio de horas de consumo por televidente más altas desde que se llevan a cabo estos registros, hecho que es aún más significativo si tenemos en cuenta el desarrollo exponencial de canales y plataformas que ofrecen diversidad de contenidos televisivos tanto nacionales, como internacionales (YouTube, Netflix, Yomvi, sitios de descargas, Atresplayer, Mitele, TVE a la carta,… )

Es evidente que la “manera de consumir televisión” sí está cambiando. La fragmentación de las audiencias, el desarrollo de nuevas pautas de consumo de contenido (como el consumo en diferido, el consumo de ciertos fragmentos o resúmenes de programas, el consumo en diferentes dispositivos y en diferentes localizaciones –multi-room-), la fuerza y notoriedad que han ido acaparando las plataformas OTT o VOD, especialmente las de las propias cadenas de televisión (como los nuevos canales para seguir y consumir los contenidos de las cadenas de televisión) o las nuevas ofertas de televisión de pago y los nuevos modelos de consumo (que ofrecen grabar, rebobinar, registrar contenidos, las videotecas temporales,…) están alterando notablemente lo que fuera el consumo televisivo lineal que había venido siendo hegemónico hasta hace apenas una década.

A esto habría que añadir, además, el desarrollo de los nuevos modelos de notoriedad, de prescripción y de difusión de los contenidos que han venido generando las redes sociales (RR.SS.) en estos últimos años. Las audiencias sociales, en gran medida canalizadas a través de Twitter, no dejan de reflejar que la televisión, que el fenómeno televisivo, sigue estando vivo, sigue dando que hablar y que incluso, este tipo de audiencias sociales tienen la capacidad de retroalimentar el propio modelo de consumo televisivo lineal.

Todos estos indicios nos llevan, con toda la modestia del mundo, a proponer una ligera corrección a lo que fuera el eslogan de lanzamiento de Yomvi en 2013, proponiendo la siguiente versión: “EL TELEVISOR HA MUERTO, VIVA LA TELEVISIÓN”

La manera de consumir los contenidos está cambiando, la centralidad y la hegemonía de algunos productos puede estarlo haciendo, los contextos en los que se lleva a cabo dicho consumo también, pero el fenómeno televisivo, la referencialidad de las cadenas, la referencialidad de ciertos programas y contenidos y de ciertas figuras y líderes de opinión siguen estando muy intactas e incluso, en algún caso, han hecho una migración más que exitosa al mundo digital.

En el contexto global actual, frente a la idea de que “la ficción de producción ajena” se convertiría en la oferta que “alejaría al televidente medio español” del modelo de consumo “televisivo tradicional”, nos encontramos en un contexto en el que muchos de los contenidos televisivos de producción propia, tanto de ficción como de entretenimiento y actualidad siguen generando un nivel de enganche y de fidelización en su seguimiento muy notables y no sólo a partir de un modelo de seguimiento lineal, sino también a través de las plataformas que permiten un seguimiento en clave diferida y no sólo en España, sino en buena parte de los países de nuestro entorno cercano (tanto desde un punto de visto geográfico como cultural).

No parece casual que las ofertas de nuevos canales de pago y de servicios de transmisión libre (OTT) y televisión bajo demanda hayan apostado decididamente por la creación (o la compra de derechos de emisión) de gran cantidad de productos de producción propia, en algunos casos, ya emitidos o muy similares a los de las principales cadenas generalistas.

La televisión ha sido y parece ser un canal de reconocimiento de nuestras singularidades, incluso en un contexto cada vez más global, cosa diferente es qué tipo de métricas y de mecanismos seremos capaces de desarrollar a partir de ahora para poder medir las audiencias reales, para estimar su notoriedad real, para calcular su nivel de impacto en “nuestros modos y maneras de vida” en un contexto social, político e ideológico cada vez más global, cada vez más integrado, pero cada vez también más necesitado de identidades e identificaciones próximas y reconocibles:

EL TELEVISOR HA MUERTO, VIVA LA TELEVISIÓN, VIVA NUESTRA TELEVISIÓN.

 

 

 

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NUEVA CAMPAÑA DE LA FAD

 

fad3fad 2La FAD (Fundacion de Ayuda contra la Drogadiccion ha puesto en marcha una nueva campaña con el slogan “CONSTRUYE NO ESPERES”

El mensaje es: NO ESPERES PARA CONSTRUIR

Desde CR , que hemos colaborado en distintas campañas de la FAD, esperamos que esta sea otro gran exito
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NACE «AHORA» . NUEVO SEMANARIO DE ACTUALIDAD POLITICA, CULTURA Y ECONOMIA

 

 

“AHORA” saldrá todos los viernes y contara con una edición impresa en papel y otra digital.

El experto periodista Miguel Angel Aguilar, ha sido uno de sus impulsores y preside su consejo de administración.

En estos tiempos difíciles en el mudo de los medios, apoyamos esta iniciativa que aportara mas información y pluralidad. Os deseamos un largo futuro

 

 

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LOS REFUGIADOS SIGUEN EN AUMENTO Y LAS GUERRAS Y MIGRACIONES NO PARAN

 

El debate continua sobre como actuar sin que se hayan producido grandes avances y acuerdos entre los distintos países.foto 3

Desde Cr os proponemos que conozcáis una nueva aportación a este debate que  ha publicado el diario Público.

En el Foro de Espacio Público, participan reconocidos profesionales y expertos; catedráticos, periodistas, ongs, historiadores .

Nuestra compañera de profesión, la socióloga Cristina Santamarina, incorpora un espacio publicoartículo que recomendamos:

“La UE ha de cumplir con la responsabilidad institucional a la que esta llamada”

 

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4 comments

  1. Ignacio Martínez says:

    Estupendo artículo. Evidentemente la televisión ha tenido que adaptarse a los nuevos tiempos, y vaya si lo ha hecho. La tradicional parrilla de emisión ha sido sustituida por el “ ¿qué quiero ver, cuándo y dónde”. Quedando atrás las cadenas en forma de horarios y programas. La televisión ha muerto, viva la televisión… ¡A la carta!

  2. Sandra says:

    La pluralidad llega tambien a la televisión. La variedad de formatos, contenidos, canales y tipos de soporte son un hecho. Sin embargo quienes ejercen el control de los medios siguen siendo unos pocos.

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